La comunidad indígena Wayúu, ubicada entre Colombia y Venezuela, está viviendo un despertar espiritual. A pesar del aislamiento geográfico y cultural, el mensaje del Evangelio ha llegado a las rancherías de La Guajira y continúa transformando vidas.
Todo comenzó en 1934, cuando el misionero William Thompson desarrolló el alfabeto wayuunaiki y comenzó la traducción de las Escrituras. Décadas después, la comunidad ya cuenta con la Biblia completa en su lengua materna, y se han establecido iglesias y programas de discipulado en varias zonas.
Sin embargo, el avance no ha estado exento de desafíos. Según el Proyecto Josué, solo el 7% de los Wayúu son evangélicos, y el 90% de sus pastores no ha tenido acceso a formación bíblica formal. Además, la pobreza y la falta de infraestructura básica siguen siendo obstáculos importantes, tanto para el desarrollo espiritual como social de la comunidad.
A pesar de todo, los frutos son visibles. La semilla plantada ha comenzado a crecer, y hoy más Wayúu pueden conocer a Jesús en su propia lengua y contexto. El avance del Evangelio entre ellos es una muestra clara de que la misión sigue viva y que aún hay mucho por hacer.
La iglesia global está llamada a orar, apoyar y acompañar este proceso, con herramientas bíblicas, formación, recursos y amor. Porque cuando una comunidad escucha a Jesús en su idioma, ¡el Reino de Dios se expande con poder!
Fuente: biteproject.com